Sylvère et Valérie
Coquereau
La historia empezó cuando me enamoré de una pequeña propiedad, adosada a una soleada ladera, rica de cincuentenarias vides, orgullosa de su “terroir” variado y complejo, reconocido en el pasado pero ya durmiendo…
Todo estaba preparado… Solo faltaba hacerlo…
Cada día observar, descubrir, aprender, intentar y volver a hacerlo sin parar.
Actuar poco a poco respetando la naturaleza, sus empinadas laderas, sus vides profundamente arraigadas, considerarse pequeñito pero trabajar intensamente para darles de nuevo este equilibro, esa finura y expresión de este territorio único !